Redes ¿privadas?: la utopía del anonimato.

Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, presumió en 2004 de tener los datos privados de 4000 alumnos de Harvard, y amenazó en broma con "joderlos", porque "se 'fían de mí', son unos jodidos tontos". Sus mensajes salieron a la luz en 2006 en conexión con el pleito por la propiedad de Facebook, y se han publicado esta semana (lo he leído en la revista New Yorker en su formato de papel). El perfil de Zuckerberg por Jose Antonio Vargas es bastante amable con Zuckerberg, y lo pinta como un tipo con talento, ambición y disciplina, aunque quizá algo alocado de joven.

Anótenlo todos aquellos que tratan de convencer a la gente de que se una a la moda de las redes sociales. Sí, denles más formas de controlarnos, de saber nuestros gustos, de saber que hacemos en todo momento... estamos cada vez más observados cayendo en sus trampas tan a la moda... crean que son paranoias, que son películas... pero luego no se lamenten, existe un Gobierno Central moviendo hilos y existen casas publicitarias que pagan horrores a las redes sociales por que les den nuestros perfiles y datos confidenciales para saber información con la cual poder entrarnos y hacer que caigamos en sus productos hipnotizados.

¿Redes privadas? ¡Ja! Publiquen sus vidas pero luego no se extrañen de que cualquier hijo de vecino (falso) sepa todo de ustedes, somos tan borregos que todos en manada subimos fotos, comentamos en tablones como si fuera una conversación cara a cara y creémos que no había vida antes del Tuenti, Facebook, Twitter o lo que sea... aceptamos que es un mal necesario (¿?), dejamos que controlen nuestros hábitos e incluso los modifiquen y nos quejamos cuando estamos en la extraña situación de si aceptar o no a tal o cual persona que también quiere cotillear nuestra vida. Pero tenemos más de 200 amigos, tres cuartas partes de los cuales no nos saludan desde hace años pero ahora son amigos que saben tanto de nosotros como nuestro mejor amigo ya que nuestra intimidad ahora es pública.

Hoy quien no tiene algo de esto no existe para la sociedad, ni tan siquiera para sus más allegados, así que yo me dispongo a dejar de existir, sólo quedaba ya este blog. Dejemos pues que muera también para purificar nuestras almas de la atadura cibernáutica, para librarnos de un nombre y volver a ser gente anónima sin etiqueta.
¿Cuantos se acordarán ahora de tu cumpleaños, cuantos sabrán realmente como estás sin tu estado, cuantos te preguntarán y te acompañarán en los momentos difíciles? Hasta nos llegamos a engañar y creer que hay gente con nosotros, a nuestro lado, cuando realmente no lo ha estado nunca. ¿O el problema es que es más fácil vivir engañándote y te da miedo el anonimato de la realidad, de la vida? La realidad virtual no tiene nada de realidad... a día de hoy, veo mucha gente 'viviendo' dos vidas. A día de hoy vuelvo a ser esa persona anónima y huérfana a la que rescataron de una muerte segura y buscada (vuelta al punto inicial), sólo puedo dar gracias por haberla amado de verdad y con pureza en ese tiempo extra y por haber vivido con un nombre y como un hombre cosas que jamás había experimentado y que me hicieron sentir querido, importante y feliz (inolvidable). La utopía del anonimato nos hace ser únicos, son cosas nuestras que jamás aparecerán en una red social reflejada porque no se pueden escribir (sólo sentir), son los detalles que nos hacen como personas. Cosas que concedemos a otras en exclusividad ya que Tuenti no sabe que es la confianza, la fe o el cariño: no crea personas y menos amigos. Espero que todos los miembros de los que presume tener Tuenti o Facebook sepan algún día de que hablo y puedan morir -y vivir- con sustancia. Crea más adicción una mano acariciando tu espalda que las fotos del vecino. Nunca perdáis la esperanza de encontrar (o de reencontraros) a la persona de vuestra vida, vuestra existencia habrá merecido la pena pese a todo lo que hayáis podido vivir antes. Para eso cerrar vuestra cuenta y salir a la calle, no están en vuestras anodinas vidas esperando a ser encontrada. Suerte, tanto si os casáis con ella como si no: luego podréis morir tranquilos y afortunados. Como dice Punset, la felicidad está en la antesala de la felicidad. En la sala de espera, es lo que experimentas mientras recorres el camino para llegar a ella.

Por lo tanto las redes sociales son una INFAMIA. Vivir un poquito, que hay cosas que valen la pena. Otras apenan, pero que nos quiten lo bailado. No siempre se gana, tarde o temprano vuelves a la realidad, vuelves al anonimato de no ser nadie y entonces, echando de menos a quienes has perdido, eliges lo menos malo o lo que crees más adecuado para acabar con la mayor dignidad posible tus días. Recuerda entonces que la nostalgia de los buenos recuerdos no te la dará una foto del Facebook, sino una imagen que tu mente mantiene de momentos clave. Espero que tú, que lees esto, no te arrepientas de tus decisiones y no te autoengañes. Déjate llevar por esos momentos si dudas, alguien me dijo una vez que las fotos muchas veces son mentira, son una falsedad de la realidad. Mi consejo es que evoques siempre al momento de esa foto, el contexto que Tuenti no puede albergar y que tú sólo sabes ;)