jueves, 23 de septiembre de 2010

Cuando creemos controlar las variables… cuando actuamos sin pensar pensando que sí lo hemos hecho.

El pensamiento occidental ilustrado, enciclopédico, y del método científico, nos ha permeado hasta determinar nuestros procesos racionales de una forma que… ¡no es racional!

Creemos que, tenidas en cuenta y analizadas las variables, podremos despejar la ecuación, y así ser los controladores de una especie de determinismo que nosotros mismos controlamos. Es pretender aunar el libre albedrío, la libertad, y el determinismo.

Pero esa falaz lógica hace aguas por todas partes: desde lo de “tener en cuenta todas las variables” hasta lo de “analizar”, y por supuesto, llegar con ello a una conclusión válida, que sea la única, infalible, o incluso la más conveniente.

Aquí va un ejemplo simple, tonto, pero que ilustra bastante bien: según unos estudios publicados en el Journal of American College of Radiology, los radiólogos diagnostican peor al final de su jornada laboral, por el lógico cansancio, que al principio. Pero por lógico y obvio que sea dicho dato, es algo que uno no tiene en cuenta cuando sufre una afección que se ha de diagnosticar por un radiólogo. Ni se tiene en cuenta lo obsoleto del aparato empleado. Ni se tiene en cuenta la posibilidad de error. Ni se tiene en cuenta… muchas cosas. Simplemente acudimos, nos diagnostican, y con ello re-estructuramos nuestra realidad (“tengo tal afección”, “padezco de tal cosa”, o “estoy sano y por lo tanto tranquilo”). Por otro lado no podemos estar dudando de todo ni teniendo en cuenta cada variable, cada opción, cada recuerdo, cada temor, cada… sería una INFAMIA.
Pero un poco de humildad en nuestras férreas convicciones nos vendría muy bien a todos. Puede que sea más importante aún aprender a no olvidar (aunque se perdonen los hechos no hay que olvidarlos). El rencor es horrible, pero también lo es el extremo opuesto, salvando que sean personas masoquistas (claro). Cuando nuestras férreas convicciones no las sometemos, en nuestra terquedad, a dudas -por miedo a ver que nos equivocamos o por falta de humildad- dejamos de ser justos con los demás y caemos en los mismos errores otra vez. Además enseñamos a los demás extrañas moralejas y, como siempre que le damos la espalda a la verdad, perdemos algo realmente bueno que teníamos. Que falta de pensamiento concienzudo -por querer decidir y acabar pronto- y que falta de criterio y de examen de consecuencias posteriores. A veces no se ve ni que 1+1=2. Quien no se plantea alternativas está destinado a no controlar variable alguna, asume como cierta la realidad que se le plantea sin más y ciertamente no sabe nada de las variables que le rodean. Lejos queda de la solución y cerca del fracaso repetido.

Pero creemos controlar y queremos conocer todas las variables, y está demostrado científicamente que hay que actuar por instinto, que realmente cuanto más en frío y cuanto más pensamos apelando a la lógica y demás... más nos equivocamos y menos actuamos. El primer pensamiento, el primer acto nuestro... la intuición acierta el 99% de las veces en nuestras decisiones. Confía en tus ímpetus que son por algo, y nunca des marcha atrás si actuaste sin pensar o entonces te equivocarás estrepitosamente después de haber acertado. Recula cuando tu decisión haya sido muy meditada, pues tal vez, y muy posiblemente: erraste en tu cognición (gracias Jorge, gracias Punset). La lógica sirve para las matemáticas, no para la vida. No lo pienses o entorpecerás todo. Si quieres algo, hazlo, ves, dilo. Tú todavía puedes.

"No sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos"
Yo sí lo sé.
Pues hoy la entrada, después de estos últimos días de introspectiva, he querido hacerla para quien quiera darse por aludido.

2 comentarios:

  1. Tenía un comentario perfecto acorde para ponerte, conforme iba leyendo la entrada lo tenía en mente... pero al final has hecho que me acuerde de Mar cabrón (no sé xq), así que ya nada: da igual. Pero vamos, que genial ;) Lo importante queda dicho explicita e implicitamente.

    O algo, jajjajaja.

    ResponderEliminar
  2. Te ha recordado a Mar, Carmelo, xq al final parecían palabras suyas q nos decía... ays. (Os vais la noche de domingo a lunes pa Sevilla??. Una lástima no estar ya x Valencia xq una fiesta de despedida hubiera sido estupendo. Aunq me dijo Julia que planeaba con alguien una salida de solterAs, ounch yo me apuntaba! :P envidiaaaa.)

    Por aqui por Barna super bien, Miguel en su salsa, jeje, parece un catalán más.

    ResponderEliminar