miércoles, 22 de septiembre de 2010

Neuronas Espejo

¿Nunca habéis pensando por qué os estremecéis cuando veis una caída o un golpe ajeno? “Me ha dolido hasta a mi” decimos a veces al ver en la tele como uno estampa sus huevos contra el suelo (no hace mucho me preguntaron como me gustaban los huevos si fritos, duros o revueltos... a lo que contesté que los prefiero rebotando).

Pues la explicación de por qué sufrimos con los demás y les entendemos no es cuestión de magia, la compasión -entre otras muchas cosas- es fruto de las neuronas espejo. Estas leen y nos permiten acceder a la mente del prójimo. Nuestro subconsciente trabaja los gestos del compañero a cada reacción... pero esto va mucho más allá. Sin las neuronas espejo nunca podríamos disfrutar del fútbol por ejemplo, ¿cómo viviríamos entonces las victorias y derrotas de nuestro equipo sin saber que sienten los jugadores al marcar el gol y verlo celebrar?

Es más, nuestras manos aprenden de otras manos a través de estas neuronas tan especiales. Si ven coger una taza aprenden a cogerla, si la ven cogerla con una mesa desordenada y sucia: sabrán que la están recogiendo, si todo está ordenado -sin ver la cara del otro entenderán que el contexto es una merienda-: aprenderán a llevarla para que bebamos.

Gracias a ellas no sólo aprendemos, evolucionamos y podemos disfrutar y sufrir de muchas cosas de la vida; sino que sin ellas no podríamos sentir compasión ni existiría el altruismo. Es más, gracias al descubrimiento de estas neuronas espejo podrá tratarse el autismo y enfermedades parecidas. Pensadlo.

El autista no sabe leer la mente del otro, no sabe si le va a pegar, se siente amenazado e indefenso, por eso no se relaciona ni sabe interpretar el estado de los demás (enfados, ironías, euforias). Le faltan neuronas espejo o no se comunican bien entre ellas, ahora los médicos podrán estimulárselas.

Por supuesto también son las encargadas de hacer que sintamos celos, odio o envidia también, si sentimos algo que no tenemos y que nos gustaría tener, si vemos besarse a una pareja y nosotros no tenemos: somos capaces de sentir su felicidad (por que no estamos con nadie, sino no lo notaríamos). En otras circunstancias deberíamos contagiarnos de su alegría, como suele pasar gracias a nuestra mente. Pero las neuronas espejo cuando trabajan, del mismo modo que no nos gustaría estar en el lugar del que se cayó antes estampando sus huevos, lo hacen con el vacío de nuestros sentimientos. Si no teníamos sensación de dolor antes de ver la caída, no la teníamos tampoco de felicidad ya que nos dolía la ausencia de amor. Son estas neuronas las que nos permiten sentir lo que no tenemos ni vivimos en primera persona.

Son las neuronas espejo las que, aun queriendo morirme, me atan a vosotros y me muestran todo lo que ya no tengo y ya no siento y vosotros si. Ese dolor es lo que me recuerda que sigo vivo. Muchas veces no hay que buscar culpables, pues no los hay, simplemente es el destino de cada uno. Hay gente que venimos a sufrir y gente que venimos a ser dichosos. El tiempo no cura nada porque el tiempo vuelve a colocar a cada uno en su sitio, existen los paréntesis eso sí pero no aprendemos, caeremos en la piedra para levantarnos donde siempre.

Es curioso como las neuronas espejo enfrentan a personas. ¿Qué ocurre cuando la felicidad de uno atrae la infelicidad de otro? Es ahí cuando el destino interviene, puesto que la justicia divina no se ha demostrado aun que exista, y no hay nada más que decir. El azar es caprichoso y no se puede manipular de ninguna forma.

Sólo somos dueños de nuestra vida -y a veces ni eso-. Si algo he deseado alguna vez es felicidad para los que quiero, por encima de la mía. Que así sea entonces. Me permitiréis entonces, buscar en vuestra neurona espejo para entenderlo, que ya que no tengo remedio: me retire tranquilamente a donde nada importa. Pensad que logré ser feliz y que no albergo odio, solo eterna gratitud por lo vivido por sorpresa. La añoranza y las ganas de más sólo son gajes del oficio, nadie es tonto. Pero no es posible ya. Ahora que he vuelto donde entonces, recordad un 6 de Febrero de 2008, donde ya debería haber ocurrido esto. Hoy es 22 de Septiembre de 2010. Este tiempo ganado no es sino; motivo de alegría.

¡Pensad con vuestras neuronas espejo y lo comprenderéis! Si lo hacéis será un DETALLE y ganarán, si no empatarán las INFAMIAS.

PD. Un chiste para acabar:

Patxi, dónde vas con esa piedra!?!
A tirarla, pues
¡¡Patxi!! ¡¡Patxi!! Que es de los ingleses!!!!

1 comentario:

  1. El chiste he tardao un poco en pillarlo, es que los hay que somos un poco lentos,jejeje.

    Lo de las neuronas espejo viene a ser lo que llamaríamos empatía, eso de lo que parece ser que carece medio mundo, porque si la gente fuera capaz de tener un mínimo de empatía quizá la mitad de las cosas que suceden no sucederían.

    Si nos ponemos en tu lugar, más de uno nos hubieramos ido a la mierda hace tiempo y tú sin embargo no, así que has demostrado que aunque cueste o muchas veces sea una puta mierda, vale la pena seguir, así que es una puta infamia todo lo que ha pasado, pero es un detalle que hayas seguido y que sigas. Y espero que sigas, algunos aún estamos por aquí dando la brasa aunque no siempre lo parezca y aunque no siempre todo lo que quisieramos,jejeje.

    Hay una frase que introducía el primer capítulo de un libro que advertía ya todo lo que iba a acontecer y decía así: No puedo continuar.Continuaré. La frase es de Samuel Beckett, yo voy a buscar algún libro de él, y a pesar de no haber leído ninguno aún, te recomiendo al autor. Dew fenómeno.

    ResponderEliminar