miércoles, 8 de diciembre de 2010

Agnosia

Agnosia antes de nada, es una película digna de ver, muy descargable para ver en casa y una segunda opción para verla en el cine cuando falla tu primera preferencia.

Se ha tratado de elaborar una especie de cuento con toques inquietantes, heredando los rasgos de la literatura romántica. No es gratuito por tanto que la historia se sitúa en la Barcelona del siglo XIX, ni que la trama amorosa termine ocupando un lugar absolutamente central en la historia, dejando el toque terrorífico (la extraña enfermedad que sufre la protagonista, cuyo cerebro no procesa correctamente los estímulos que recibe) y el de intriga empresarial en un aplastante segundo plano.

Agnosia es una película con los ingredientes necesarios para funcionar: la fotografía es espléndida, el diseño de producción esmerado y la música, creada por el propio director, muy adecuada. El problema es que el desarrollo es totalmente equivocado. Al tratar de tomar referentes de demasiados sitios, no se encuentra un tono adecuado y el resultado va perdiendo interés a pasos agigantados. Tampoco el director se atreve a aprovechar las posibilidades estéticas que ofrece la agnosia (tan solo en la primera parte vemos la inquietante deformidad de las visiones de Joana) , que al final no es más que una excusa para el título.

Por otra parte, los actores no terminan de entender del todo qué tipo de historia están interpretando. Eduardo Noriega se encuentra fuera de registro durante todo el metraje. Por aquello de no variar Noriega no es creíble en ningún momento y el film obtiene el aprobado muy a pesar de su nula aportación. No sé en que pensaba el director cuando le dio el papel de protagonista a un actor tan pésimo, casi firma su pena de muerte.

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