domingo, 30 de enero de 2011

Usted es un opositor de la Ley Sinde, ¿es que acaso cree que los músicos deben dedicarse a vivir del aire?

La trampa argumental que usted me plantea en su pregunta es lo que se llama falacia de la falsa dicotomía, muy popular ahora entre determinados miembros de la industria y del gobierno para argumentar a favor de la Ley Sinde.

Según la wikipedia esta falacia lógica "involucra una situación en la que se afirma que dos puntos de vista son las únicas opciones posibles, cuando en realidad existen una o más opciones alternativas que no han sido consideradas. Las dos alternativas son con frecuencia, aunque no siempre, los puntos de vista más extremos dentro de un espectro de posibilidades". En el caso de la Ley Sinde, la falacia de la falsa dicotomía ha sido la más utilizada por aquellos que la defienden, de modo que plantean en sus artículos dos opciones posibles, por un lado, la defensa de la Ley Sinde y por el otro la defensa de que los artistas desaparezcan. Con esta falacia lógicamente lo que se pretende es convencer a quien te lee de que debes apoyarles a ellos y a la Ley Sinde porque, si no lo haces, rápidamente quedarás ubicado en la otra opción, esto es, en la de un ser desalmado que quiere que los músicos se mueran de hambre. De este modo se expone una situación falsa en la que el mundo se divide, por un lado, en aquellos que defienden la Ley Sinde y, por el otro, aquellos que no tienen interés alguno en que los artistas vean remunerado su trabajo. Se plantean dos posturas extremas -y la Ley Sinde obviamente lo es- con la idea de que se escoja lo que consideran el mal menor, obviando conscientemente que en realidad hay una ampliar gama de grises y posibilidades entre esas dos posturas.

El mejor ejemplo de la falsa dicotomía -aunque el suyo es también de los buenos- lo expuso el periódico La Razón en su portada del día siguiente al reclazo de la Ley Sinde en el Congreso, donde podía leerse el titular "Ganan los piratas". Muchos objetaréis que el ejemplo no vale porque al fin y al cabo es la portada de La Razón y no es como si lo hubiera dicho un periódico de verdad, pero lo cierto es que no es el único ejemplo. Podemos encontrar más de lo mismo, por ejemplo, en el artículo que publicó Alejandro Sanz al respecto y en el que decía que con el rechazo a la Ley Sinde "se protege al pirata, al proxeneta de las canciones robadas (trata de blancas, de negras, fusas y semifusas), aquí y anteayer se votó para proteger el derecho del pirata a mantener su burdel musical abierto y se votó en contra del artista". O lo que es lo mismo, o se apoya la ley o se vota contra el artista. Falsa dicotomía. Por su parte, Javier Bardem, también colocó la trampa argumental que significa la falsa dicotomía al decir que "ya no hay ley que proteja al que se le ha robado. Ahora abraza al ladrón". O se vota la Ley Sinde o se abraza al ladrón. Lo dicho: una falsa dicotomía.

¿Con esta ley nos sera imposible bajarnos películas o música?

La norma resultará del todo punto ineficaz a los fines que pretende. Creer que por cerrar páginas de enlaces -que carecen de todo contenido más allá de los propios links- significará acabar con las descargas es como pensar que eliminando el índice de la enciclopedia acabas con la enciclopedia. Los ciudadanos seguirán intercambiando archivos desde las redes P2P, que cuentan con sus propios buscadores. En menos de una semana se habrá encontrado un nuevo y, probablemente, más eficaz, modo de localizar los archivos que se desean intercambiar. Además es de prever que por cada página que se cierre se abrirán diez más haciendo inútil todo procedimiento.

Lo peor de todo esto es que en las reuniones quedó claro y la industria admitió que esto es imparable... ¿entonces en vez de adaptarse qué hacen...?

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