miércoles, 19 de enero de 2011

Bocatería Chemaní

Voy a hablar de una bocatería de barrio, concretamente la situada en la esquina de Obispo Amigó con San Francisco de Borja (junto a la casa de apuestas). Aquí en Valencia, en el barrio de Abastos.

Lleva mucho años abierta y jamás había entrado. Por la zona es muy recomendable la cervecería el Tito (frente a Abastos antes de llegar a Ángel Guimerá), se come francamente bien y el precio es muy razonable -sobretodo si tenemos en cuenta que muy cerca se encuentra el famoso Villaplana, con más nombre que otra cosa (cosa que se paga)-. El añadido de la zona es que el Hawaika (parecido al Naturalia de la Calle del Mar) se encuentra en un lateral de Abastos para tomar unos cócteles tropicales después o ir a Juan Llorens (zona de pubs como Aquarela o el Carioca). O incluso a la Caverna, pub de la calle Cuenca. Aunque para salir por Juan Llorens podemos encontrar Porto Venecia, el mejor restaurante de Valencia en cuanto a pizzas se refiere. La atención es magnífica y el cocinero tiene unas manos para hacer pizzas increíbles, el sitio -sin ser excesivamente caro- se sale de un presupuesto normal pero lo merece. Para una ocasión especial es muy recomendable (los creps de postre son una delicia).

El día que cené en la citada bocatería, de nombre El Chemaní, buscábamos sobre las 23h un sitio para cenar ¡y siendo un viernes previo a navidad con las cenas de empresa de marras! Después de la última experiencia en el restaurante El Rispa (calle Albacete) no pensaba volver allí (no lo recomiendo) y el resto estaba lleno. El Candanchú (Marqués de Zenete) por ser muy asequible estaba a rebosar, El Lloc (Marqués de Zenete) a pesar de ser algo más fino también tenía el aforo completo (recomendable para cenas con algo más de nivel o edad) y en La Mora (Marqués de Zenete) ni miré porque nunca hay sitio si no reservas con antelación -ideal para ir con la pareja, por unos veinte euros comes como un señor- Sólo me quedaba un sitio... El Cesáreo (Esquina de San José de Calasanz con Obispo Amigó): las mejores bravas de Valencia están allí! Pero una vez más... lleno...

Entonces, desesperado, miré enfrente... El Chemaní... ella abrió la puerta y preguntó si la plancha seguía encendida.

- Sí- respondió la mujer, ya mayor.
- Uf- respiramos.
Unas cervecitas para esperar nuestro lomo con patatas y nuestro 'chivito'. Unos calamares para saciar el hambre ¿o fue sepia? (ya no lo recuerdo) y cenamos la mar de bien. Los bocadillos eran grandes, el ambiente genial. El marido de la mujer también estaba allí y rebosaban simpatía pese a las horas y ser solo dos parejas en todo el bar. El precio podría haber sido más barato, pero no me quejo: por las horas y porque como los bares de confianza de barrio: ningunos. Es uno de estos sitios que si lo conviertes en tu bar de referencia acabas por estar como en casa. Lástima que para eso ya tengamos a Javi en la calle Jesús en el Café Neón (donde siempre gana España). ¿Quién quiere ir a los falsos elitistas del Jeromín (calle Jesús) teniendo al mejor gallego de Valencia enfrente de Mercadona?

3 comentarios:

  1. Yo me quedo cn la mujer antes que con el chivito jajajajaa

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  2. Si es el que creo ya he ido allí un par de veces, suelen ir muchos policias.

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