Vivir el momento, vivir en lata

'Carpe Diem'!! oirás a menudo. Vivir el ahora, el presente, es la filosofía más sabía que existe según parece. Pero ¿es esto cierto? Es más ¿realmente es una filosofía?

Si te paras a pensarlo, admite dudas ya de inicio. No parece tan buena idea como sugería, quemarlo todo como si no hubiera mañana. Aprovechar cada día como si fuera el último... Vivir la vida al máximo y no desperdiciar tu tiempo tiene matices, siendo un excelente consejo no nos hemos dado cuenta de algo...

Esta idea no es nuestra, para nada, esta idea se nos ha impuesto. La sociedad, borrega como ella sola, cae en los entramados de la industria cultural una y otra vez. Desde el momento en que llenan las ciudades de gimnasios en vez de bibliotecas buscan crear una masa homogénea que no discierna que es cultura y que es un producto creado en lata. Crean una necesidad a la gente que realmente no es tal y finalmente acaba convirtiéndose en una pieza fundamental de nuestras vidas. Para ellos es dinero, para ti tu ordenador, tu red social, tu móvil, tus hábitos, la imagen de ti mismo... porque al final nosotros somos alguien en función de los demás.

¿Pero hasta dónde llega este punto? ¿Alguien recuerda cuanto duraban las canciones hace menos de un siglo? ¡Incluso horas! ¿Por qué los discos y los conciertos duran tan poco ahora? Por la rapidez, la inmediatez... quieren que vivamos un presente eterno. Han borrado el pasado y el futuro de nuestras vidas. La industria nos lo hace así, y es más, introduce el concepto de fatalismo: de que esto no se puede cambiar. ¡Para que no lo intentes! Y tú, que te crees tan listo como el que más viviendo el presente: caes.

¿Qué no escuchas música? ¿Te gusta el cine? No sé si te habrás dado cuenta de que las series lo han desplazado... los flujos continuos que ofrecen de imágenes estas series llenan nuestras vidas vacías. Necesitamos esa rapidez, esa cultura simplona y tonta con la que nos idiotizan. El cine, a poco que ofrezca, ha pasado a ser de culto: porque requiere de un esfuerzo, de un dinero que preferimos invertir en otras cosas. Y no hablemos de la literatura. O la religión... aunque yo sea ateo, ¿qué futuro va a tener la religión cuando requiere de tiempo, de pensar y cuando hay que creer en una IMAGEN que no se ve? La sociedad de hoy vive de imágenes, de momentos... vive como le mandan.

Ya nadie recuerda el contexto de los Beatles, ellos empezaron cantando lo que la masa quería y la discográfica esperaba... pero acabaron por fundar un estilo de vida cuando pudieron hacer lo que quisieron, una forma de pensar, de vestir, rompieron... hoy no se podría hacer porque nos aíslan de la historia, del pasado y del futuro. Un grupo que intente hacer lo mismo estará creando una falsa subclase de sociedad... porque seguirá siendo la misma.

Vivimos en un mundo en el que las imágenes no corresponden con la realidad que representan, continuamente somos engañados, optamos por lo fácil, y dejamos que nos anulen el entendimiento: no pensamos, no juzgamos antes de consumir. Simplemente consumimos. Consumimos sus productos (que no dejan de ser modas aunque creamos ser alternativos -pues seguirás el canon del alternativo, del punk, del pijo o del que sea...-) y consumimos sus filosofías de mercadillo como el 'Carpe Diem'. Una y otra vez despreciamos la calidad de nuestra vida porque es lo que hay que hacer... ¿qué hasta que punto estamos controlados? Tanto como quieras... ¿realmente llegamos a tener ideas propias? No abandones y la tendrás. Lo fácil es recurrir al 'yo me dejo llevar' y conformarse con lo que hay, dejarse ir... pues ese gran pastor llamado Industria ya hará conmigo lo que quiera... de idiotas está lleno el mundo, pero engañándote no tendrás una vida plena, ni siquiera gozosa. No hay que irse a vivir al campo, simplemente hay que pensar un poco y valorar el entorno. Pues si te dedicas a vivir el momento, lo que toca, y con rapidez, no apreciarás los verdaderos detalles de la vida. Que a veces están en el pasado, o en mirar hacia el futuro, o en pequeñas cosas que hay al lado que pasan desapercibidas por el ansia de ver solo lo que tienes delante.

No pensar es muy fácil, ¿de verdad no quieres tener una personalidad propia? Porque no te confundas, tener una personalidad propia no es tan sencillo como creer que la tienes... quien más cree estar fuera de la masa suele ser quien más dentro está.

Para, piensa, relájate... sal, no te enlates. Vive a tu ritmo y da marcha atrás si se te apetece. Rectifica, recreate en algo, da un rodeo, no hay prisa, el camino más corto suele ser el peor. Ah! Y no caigas en los estereotipos, no eres feo o guapo, no vales en función de nada que esté escrito, el amor no es o para ti o para otros, no hay por qué etiquetar tu vida en si eres alto, te dedicas a las ciencias o tienes unas relaciones de pareja que se consideren 'tal'. Eso sólo te creará dudas e inseguridades, recuerda que quien pone marcas como a las reses es alguien que no trae nada bueno y que quiere unificar a la gente. No tengas miedo a pensar, pues es lo único que puede hacerte feliz... y vivir el sentimiento presente, el ahora, a veces es una simple huída... y hay algo peor que escapar: el momento de volver con el rabo entre las piernas y tener que afrontar todo de inicio otra vez y con menos motivación y fuerzas.

Pensar cuesta y duele, a veces durante mucho tiempo... pero es un trámite que hay que pasar para ser alguien concreto y singular y, al fin, acercarnos a los momentos de felicidad que podemos ir teniendo en la vida.

Piensa que cuanto más avanza la sociedad, más rápido y peor se vive.