En la página 148 describe como, con una de las tres mujeres con las que ha estado casado, tras un “striptease” que ella ofreció al respetable, echaron un polvo en público en un tugurio de Bangkok, capital de Thailandia:
"...terminamos follando en público, sobre la tarima. Me porté como un jabato, y ella como una jabalina. Los aplausos fueron ensordecedores. Había algunos japoneses que me gritaban:¡Number one, number one!. Las chicas tailandesas se frotaban contra mí como gatitas en celo. Yo estaba ebrio de gloria".
"Lo natural es el incesto" / "Me masturbé pensando en mi madre"
En la página 157 cambia de tercio y asegura que "¡Ligar con una monja es mi obsesión! Yo, en alguna ocasión, he alquilado en Cornejo un traje de monja y se lo he puesto a una chica para follar con ella. Hay una película porno maravillosa (…) que vemos continuamente. Se llama "Fuego bajo los hábitos".
Sánchez Dragó insiste continuamente en el libro en su pasión por las niñas jovencísimas. “A mí me gustan las de quince” asegura en la página 159. “No hay nada como la piel tersa, los pechitos como capullos, el chochito rosáceo."
PD. ... HP!
Mas le vale que no me lo cruce en lo poco que le queda de vida a este viejo pedófilo.Dew fenómeno.
ResponderEliminar¿Te has autocensurado?,jajja, ande está la nueva entrada,ajjaja
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