miércoles, 27 de abril de 2011

Carta a Buenafuente

Aún recuerdo cuando, por cansino, en el colegio me llamaban 'Buenafuente'. Estuve a punto de organizar una visita como público. Lo primero que hacía al llegar a clase era hablar de él y al acabar, camino a casa, seguía comentando el programa de la noche anterior. Muchos compañeros empezaron a seguirle en la TV3 de tanto darles la brasa.

'La cosa nostra' y 'Un altra cosa', allí -y gracias también a mi hermano- veía a Andreu fielmente al principio (cuando el infame de Francisco Camps y su séquito todavía no nos habían censurado la señal de la TV3). Sergi Mas comenzaba con su “Avui, m'arribat per Internet...”, Palomino “pixaba fora de test” y Andreu le sacaba tarjetas mientras yo lloraba de la risa. Entonces Santi Millán era Pacu y José Corbacho el Sebas, y nadie sabía sus verdaderos nombres porque tan solo eran un par de freaks que se saltaban las normas y hacían el gamberro en tal de hacer reír. Que se colaban en los Óscars y que llevaban ya a Rubianes y cia a despotricar al programa. Entonces había una sección fabulosa llamada 'la venda' donde Corbacho llevaba un invitado sorpresa (el Dioni entre ellos) y Jordi Évole era el follonero de verdad, ni Hombres G, ni Pau Donés se libraban de sus hachazos.

Los sketches eran geniales, encabezados por David Fernández (el famoso 'Chikilicuatre') y un genial Edu Soto que hizo que me enamorara de su personaje Mario Olivetti (que más tarde evolucionó en aquel entrañable Notario en Antena 3). Cuando Buenafuente dio el paso a Antena 3 muchos compañeros me felicitaron -había una extraña asociación creada ya en mi entorno- una privada nacional había apostado por aquel inmejorable showman que tanto me gustaba imitar ante el espejo cuando me ponía traje de chaqueta: “no aplaudan eso”, “si, si, si, no, no” decía gesticulando y abrochándomela y desabrochándomela como él. Andreu logró desbancar del primer time a un mito como Javier Sardà. Para ello contó con el Neng -pletórico Edu Soto-, Zuluaga y cía. Sus entrevistas seguían siendo magníficas: Antonio Gala, Juan Luis Galiardo... y sus monólogos grandiosos. Sin duda Buenafuente había dado con la llave del éxito: su humor no cansaba y él no parecía quemarse en una televisión muy dura y difícil para con los cómicos. El mérito es enorme. Ya como universitario seguía admirándole.

Por último ha llegado a La Sexta, sin perder ni un ápice de gracia y renovándose como sólo sabe hacer él. Berto y Ana son su compañía perfecta. Ahora mismo, mientras escribo esto, estoy viendo como Andreu entrevista al obispo más joven de España y ciertamente lo está haciendo de lujo, es la primera vez que está frente a alguien de la jerarquía de la iglesia y se desenvuelve con maestría. Su entrevistado es muy inteligente y trata de irse por las ramas, pero él no se muerde la lengua y ataca por donde debe. Está sacando jugo, está siendo 100% él. Podría sacar mis cintas VHS, donde tengo grabados todos los programas de BF en A3 y no habría diferencia, incisivo y chistoso.

Entonces... ¿qué paso con la ministra González Sinde? Él ha dicho que su programa es buen rollero y no ataca, que no había nada pactado. Y Berto comenta que hay que recordar que David Bravo también fue entrevistado antes para dar su punto de vista. Yo digo que sin ir más lejos hoy está buscándole al obispo unas cosquillas que a Sinde no le buscó. También digo que la ministra fue casualmente al programa justo el día antes de que saliera el famoso borrador publicado. Y ante la posible excusa de que le fuera impuesta la entrevista sin él saberlo recuerdo que Andreu tiene un importante paquete accionarial en La Sexta -esa cadena de televisión que por otro lado es una concesión amiga de nuestro queridísimo presidente del gobierno-. No soy tonto, sé que las cadenas privadas barren para casa y aunque no es justificable puedo entenderlo. Lo que ya no es comprensible, amigo del norte, es tu cabreo por twitter. Yo ya sabía que pasaría esto cuando vi que iba a tu programa. Tú sabías a que te enfrentabas cuando ibas a darle voz a una ministra que no sólo miente sino que favorece a la industria por encima del ciudadano. ¿A qué viene semejante mosqueo? ¿A qué viene esa carta que leía hoy a modo de explicación? Hagamos una criba, eliminemos todos esos injustos insultos que has recibido. Había algo más... habían críticas argumentadas y constructivas, había gente indignada... pero escuchar es muy difícil, es mejor tomar a todos los internautas (olvidando que tú, como todos: lo somos) como descerebrados sin criterio y caer en la descalificación fácil: 'esos pobres freaks que no salen a disfrutar del sol con los amigos'.

Estás cayendo en el mismo error que la Ministra, estás subestimando el poder de la red, Andreu. Y desde luego, como bien dice Alex de la Iglesia, estás demostrando el miedo a las redes sociales que os rodea. Ahora la comunicación no es vertical, ahora todos pueden hablar, y mientras sean halagos gustan pero si son críticas... sinceramente has patinado con tu rabieta, si decidiste seguir adelante con la entrevista debiste suponer las consecuencias (sin justificar insultos).

Ante el avance se pueden hacer dos cosas: enfadarse y quedarse atrás o asumirlo y tratar de mejorar. Creo que cuantas más voces: más posibilidad de mejora, de evolución. Pero claro, uno tiene que estar dispuesto a encajar opiniones adversas, a escuchar. Vuelvo a referirme a De la Iglesia, de sabios es rectificar (aunque no esté de moda): y él lo hizo. Los errores sirven para aprender, pero primero uno tiene que aceptar que se equivocó: no pretender que tantos twitteros hayan caído en la locura colectiva. Aun estás a tiempo, Andreu, aprovecha la oportunidad que nos brinda la tecnología para seguir siendo tú.

1 comentario:

  1. He llegado a casa, y lo primero que he hecho al encender el ordenador ha sido venir a tu blog y leer lo prometido. Por una parte, cuando recordabas los tiempos de Buenafuente en TV3 me has sacado una sonrisa, y me he acordado de Olivetti en un personaje que no has nombrado, el representante de Juan el de OT!!!jejeje (que bueno, cuando por fin consiguió que este fuera al programa...) Y por otra parte, lo último comentado en el artículo, te has expresado con todo argumento, no queda nada por decir, simplemente un "chapeau" ;)

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