viernes, 26 de agosto de 2011

La aconfesionalidad

"En este contexto [la visita del Papa], una de las cuestiones que vuelve a plantearse es hasta qué punto el poder público puede comprometer su relación de colaboración con la Iglesia católica, como ha sido ahora el tener el centro de Madrid bloqueado al tráfico regular durante una larga semana, en la que edificios públicos han hecho ostentación de mensajes religiosos, que por muy respetables que sean forman parte de las creencias privadas de un sector de la población que, en ningún caso, pueden implicar al Estado, que por prescripción constitucional carece de adscripción religiosa. Razón por la cual, un edificio público no puede expresar mensajes religiosos porque su carácter representativo de todos los ciudadanos impide a sus gestores utilizar el espacio físico del edificio para hacer ostentación de credo alguno. El mismo argumento ha de servir para rechazar prácticas que se siguen realizando en la actividad de determinados poderes públicos, como es el caso de los funerales de Estado bajo el rito católico, o las tomas de posesión de altos cargos con presencia de símbolos religiosos como el crucifijo, o la celebración de misas en centros públicos con motivo de determinadas festividades. La aconfesionalidad del Estado excluye a cualquier credo religioso y sus símbolos de la actividad regular de los poderes públicos en el ejercicio de sus funciones constitucionales."

Más en Estado aconfesional e Iglesia Católica. No dice nada que no se haya dicho ya, pero lo expone de forma tan clara que me lleva a preguntarme qué puede hacer que algo tan sencillo no entre en según qué seseras.

1 comentario:

  1. Cuanta razón...

    Aun respetando a todos, si un estado es aconfesional: es aconfesional... y eso es lo que EN TEORIA somos -o deberíamos ser, guerras aparte-

    Un besitoooo.

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