viernes, 24 de junio de 2011

¿Dónde está el problema?

Hace unos años un amigo pasaba una terrible crisis y, como muchas personas suelen hacer en estos casos, huyó a otra ciudad por pocos días pensando que alejándose la crisis también quedaría lejos. De repente, tras horas de caminar sin rumbo, acabó sentado en una terraza, whisky en mano, viendo pasar a la gente que reía y conversaba ajena a su situación. Es bien sabido que cuando estás en crisis las carcajadas de otros son más sonoras; los divertimentos ajenos, más rutilantes; los abrazos y besos, las confidencias y reuniones, y todos los etcéteras que suenen a felicidad, se te atragantan no tanto por envidia, que también, sino y sobre todo por un victimismo masoquista. ¿Por qué me tuvo que pasar a mi? ¿Por qué no puedo sentirme como ellos?

Estando en esa solitaria diatriba, una jovencísima camarera se le acercó y al ver su cara le preguntó a mi amigo qué le pasaba. Él, que no tenía a nadie y en esos estados cualquier desconocido se convierte en el mejor confidente, le dijo:

- Tengo un problema.

- ¿Sólo un problema? ¡Qué suerte! Mi abuela decía que cuando se tiene un problema sólo se trata de buscarle solución. - sonrió y, sin más, retiró el vaso vacío y se fue.

¡Sabia sencillez!

Un problema siempre lleva adosado su contrario: la solución. Como la sombra lleva la luz, o la noche, el día. Se trata de encontrar la salida. Nada nos hace crecer más como personas que aprender a resolver nuestros problemas... sin miedo.

1 comentario:

  1. Es más, aun que se huya, te llevas tus problemas allá donde vayas. Ya sabes que lo digo por experiencia. Pensaba que hablabas de mi al principio, que tampoco se aleja demasiado de mi caso. Pero a fin de cuentas todos estamos pringados por lo que veo. Si no es un caso 'ficticio' que ejemplifique muchos reales, conociendote y sabiendo de tus habilidades...
    En fin, que no es cuestión de tiempo o perspectiva sino de valentía a afrontar tus problemas. Si te haces fuerte pero dejas tus problemas sin resolver, ellos se hacen fuertes contigo. Van a la par hasta que los encaras con un par de cojones/ovarios. A mi "huir" me ha servido para algunas cosas pero en ningún caso para solucionar mis problemas. De hecho, de saberlo me hubiera quedado. Hubiera venido igual pero de otra forma y en otras circunstancias mejores y más propicias... desde fuera todo se ve mejor pensando q nuestro caso es el peor...

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