La gran pregunta: ¿por qué no falta dinero para salvar a la banca y nunca llega el suficiente para salvar a Grecia?
Es más: la CAM va a la quiebra y las indemizaciones para sus ex-miembros, culpables de la desastre, son espectaculares (ellos mismos establecieron sus finiquitos). ¿Por qué? -que diría Mourinho-
El nuevo plan de rescate a Grecia, además, está provocado precisamente por la esperada quiebra griega. En vez de rescatar directamente a los ciudadanos griegos, el dinero público de los europeos se gastará en los bancos a los que Grecia no puede pagar. Sin embargo, mientras Grecia devuelve con mil y un sacrificios cada euro que recibe, el dinero para la banca es casi incondicional: sólo tras la segunda ronda de cheques en blanco se les ha exigido algo tan obvio como que no gasten el dinero de los contribuyentes en repartir bonus y dividendos.
Algunos economistas justifican que no se condone la deuda griega con el concepto del “riesgo moral”. Argumentan que los ciudadanos griegos deben pagar por sus errores porque si no estaríamos premiando un comportamiento irresponsable, que podría invitar a otros países a hacer lo mismo. Tienen algo de razón. Sin embargo, ¿no vale el mismo argumento para la banca irresponsable, a la que los europeos estamos rescatando por segunda vez en apenas tres años?
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