No llena de valor real mi vida, y no estoy en venta, no tengo precio. Lo considero un ataque al comunismo, esa parte de la población que quiere derrocar a nuestros corruptos desde el extremo opuesto. ¡Vamos, que seguro que así el sistema no lo nota! El último resultado electoral me lo ha dejado bien claro, no aprendemos. Blanco o negro. Dentro o fuera. Arriba o abajo. Sé que los cambios se producen poco a poco, sé relativizar las cosas y mirar al pasado para no deprimirme. Sería un error pensar que las asambleas no han servido para nada. Hay utopías que no lo son... pero mientras...
Disfruten de este 1984 ;)
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